Se conoce como paraíso fiscal al territorio cuyo régimen tributario es especialmente favorable a los no residentes. Por lo tanto, muchos ciudadanos y empresas se domicilian en dicho territorio con fines legales, aún cuando no vivan allí.
En los últimos años, tanto por determinadas acciones de personajes famosos del mundo artístico o deportivo así como por tramas de corrupción política, el término paraíso fiscal está de máxima actualidad.
Las ventajas de los regímenes tributarios de los paraísos fiscales suelen contemplar la exención parcial o total del pago de impuestos. Por ejemplo: un millonario que vive en Estados Unidos debe pagar grandes sumas de dineroen concepto de impuesto a las ganancias. Si dicha persona establece su domicilio legal en un paraíso fiscal, pagará mucho menos dinero por cuestiones impositivas.
Los paraísos fiscales suelen ofrecer otras ventajas, como leyes o normas que no permiten el intercambio de información para propósitos fiscales con otros países. Estos territorios también suelen ser acusados de falta de transparencia, lo que supuestamente permite el lavado de dinero u otro tipo de delitos financieros.
Además de todo lo expuesto sobre aquel es importante tener en cuenta otra serie de señas de identidad muy significativas:
• Los países que se convierten en paraíso fiscal al ofrecer esas ventajas a los extranjeros, lo que pretenden básicamente es atraer divisas del exterior para así poder fortalecer sus economías.
• Las empresas que deciden apostar por el citado paraíso lo hacen básicamente para reducir lo que sería su factura fiscal, disminuir su cuenta de gastos y hacerse mucho más competitivas en el mercado.
• El hecho de que hayan crecido notablemente las naciones que se enmarcan bajo esa categoría se debe al hecho de que en algunos países, especialmente en los del continente europeo, se han establecido impuestos muy altos que pueden llegar incluso hasta el 50% de lo que son los ingresos.
• Se considera que fue en la década de los años sesenta cuando comenzaron a surgir los paraísos fiscales, aunque sería en los ochenta cuando definitivamente se establecieron como tal.
• Lo habitual es que aquellos se ubiquen en zonas exóticas o bien minúsculas como sería el caso de las Islas Salomón, Fiji o la Isla de Man.
• Existen diversos tipos de paraísos fiscales. Así, por un lado, se encuentran los que están especializados en lo que sería la gestión de las grandes fortunas mientras que por otro están los centralizados en la fiscalización empresarial.
• Los países que se convierten en paraíso fiscal al ofrecer esas ventajas a los extranjeros, lo que pretenden básicamente es atraer divisas del exterior para así poder fortalecer sus economías.
• Las empresas que deciden apostar por el citado paraíso lo hacen básicamente para reducir lo que sería su factura fiscal, disminuir su cuenta de gastos y hacerse mucho más competitivas en el mercado.
• El hecho de que hayan crecido notablemente las naciones que se enmarcan bajo esa categoría se debe al hecho de que en algunos países, especialmente en los del continente europeo, se han establecido impuestos muy altos que pueden llegar incluso hasta el 50% de lo que son los ingresos.
• Se considera que fue en la década de los años sesenta cuando comenzaron a surgir los paraísos fiscales, aunque sería en los ochenta cuando definitivamente se establecieron como tal.
• Lo habitual es que aquellos se ubiquen en zonas exóticas o bien minúsculas como sería el caso de las Islas Salomón, Fiji o la Isla de Man.
• Existen diversos tipos de paraísos fiscales. Así, por un lado, se encuentran los que están especializados en lo que sería la gestión de las grandes fortunas mientras que por otro están los centralizados en la fiscalización empresarial.
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Es habitual que en un paraíso fiscal convivan dos regímenes impositivos: uno para los ciudadanos y las empresas locales (similar al de cualquier otro país) y otro para los extranjeros (con beneficios adicionales).
Entre los principales paraísos fiscales reconocidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se encuentran Bahamas, Islas Cook, Panamá y Santa Lucí
¿Qué ventajas ofrecen?
A las empresas, un cauce para reducir su factura fiscal, por tanto, su cuenta de gastos, y, como consecuencia de ello, para mejorar su competitividad.
El instrumento favorito de esta planificación corporativa es la sociedad holding, que permite eludir cualquier imposición cuando los dividendos generados se reinvierten en el extranjero y diferirla hasta que sea transferida al país de origen cuando su destino es alimentar las cuentas de la matriz.
Este tipo de sociedades ofrece a las empresas, por tanto, una vía alternativa de financiación, que ha hecho que muchas multinacionales hayan consolidado el hábito de establecer en territorios de baja tributación sus filiales de servicios.
Para los particulares, los paraísos fiscales ofrecen el camino más seguro para sus estrategias de planificación fiscal. Allí pueden depositar su dinero a salvo de la voracidad del fisco de sus países de origen y, además, el secreto bancario y la opacidad informativa les garantiza la discreción que necesitan.
La fórmula más habitual para esta estrategia son las llamadas sociedades offshore, que permiten constituir en sólo 48 horas, por 150 euros, sin apenas requisitos formales y garantizando la máxima confidencialidad un establecimiento financiero totalmente operativo y ajeno a miradas indiscretas.
Tipología
No todos los paraísos fiscales son iguales. Entre ellos hay competencia y como en cualquier ámbito donde hay competencia se favorece la especialización.
Podemos encontrarnos con territorios especializados en fiscalidad empresarial como Jersey, Panamá o Liberia; y otros más volcados en la gestión de grandes fortunas particulares, como Mónaco, Andorra o Montserrat.
También hay modelos mixtos, entre los que el destino más significativo es Islas Caymán.
Un reciente informe del Instituto de Estudios Fiscales subrayaba que esta especialización había diluído la vinculación de los paraísos fiscales a un territorio determinado, generando nuevas tipologías.
Por ejemplo, los oasis fiscales, entendidos como zonas privilegiadas desde el punto de vista fiscal dentro de países de tributación estándar; los paraísos bancarios (Luxemburgo o Suiza); o los regímenes fiscales privilegiados para tipos de negocios o grupos de personas.
Origen
Los expertos sitúan el inicio del proceso de aparición de los paraísos fiscales en los años sesenta, si bien no fue hasta los años ochenta cuando se consolidaron como destino relevante del flujo internacional de capitales.
Las ventajas de un paraíso fiscal son las siguientes:
-No hay impuestos para los no residentes en los paraísos fiscales.
-Secreto bancario y mercantil. En los paraísos fiscales existen leyes favorables de secreto bancario. Cualquier incumplimiento es castigado con la cárcel
-Protección del patrimonio
-No hay que realizar altos desembolsos de capital social
-No es obligatoria la presentación de contabilidad y auditorías
-Se pueden constituir sociedades offshore a distancia
-Libertad plena en el movimiento de capitales
-Regulación bancaria inexistente
-La mayoría de los paraísos fiscales están basados en el derecho común anglosajón con leyes favorables para la creación de sociedades offshore
-Los paraísos fiscales son países muy estables tanto políticamente como financieramente
-No hay restricciones en cuanto a la nacionalidad del inversor. Cualquier persona puede tener una cuenta bancaria o sociedad en cualquier jurisdicción
-Los paraísos fiscales no suelen tener tratados de información fiscal con países onshore, o países con alta tributación
-El personal de banca está especializado en finanzas internacionales y hablan varios idiomas. El idioma oficial es el inglés, aunque es común encontrar soporte y ayuda en español, francés, alemán, ruso y chino.
Las desventajas de un paraíso fiscal son las siguientes:
-La principal desventaja es la distancia entre el inversor y el paraíso fiscal
-La imagen negativa de los paraísos fiscales, relacionados con las actividades delictivas. Esto es falso, ya que los paraísos fiscales no son utilizados únicamente por delincuentes financieros o para el blanqueo de capitales. Un ejemplo de esto es que la mayoría de empresas del IBEX, eluden impuestos legalmente en paraísos fiscales
-Los bancos offshore tienen altos costos de mantenimiento, costos de correo, fax, llamadas de teléfono… Es difícil encontrar mantenimientos de cuentas bancaria gratis en paraísos fiscales.
Trueque y mercado:
La primera condición para que exista intercambio de bienes es la capacidad de producir excedente. El excedente es una parte de la producción que no se necesita consumir y que, por tanto, puede intercambiarse por otra cosa.
Las primeras formas de comercio entre los hombres consistieron justamente en el intercambio de productos mano a mano: lo que uno tenía y no necesitaba se cambiaba por lo que el otro tenía y le sobraba. Esa forma de intercambio se denomina trueque.
El trueque directo se mantuvo por mucho tiempo, aun en sociedades sedentarias: un jarrón de vino por una bolsita de trigo, pieles de abrigo por un arma de caza, lana de oveja por pescados
Por qué se abandonó el trueque? El desarrollo de nuevos bienes de consumo y el crecimiento de la actividad comercial demostró que este sistema erapoco práctico: en primer lugar porque no siempre el otro necesitabaaquello de lo que uno disponía. Por ejemplo, si un artesano de sandalias quería comprar pan, siempre debía encontrar un panadero que necesitara sandalias, o averiguar qué necesitaba el panadero y conseguirlo con su producción de sandalias para después ofrecérselo en trueque.
En segundo lugar, también era un problema determinar cuál era el valor exacto de los productos a intercambiar: ¿Cuánta lana por un jarrón de vino? ¿De qué tamaño debía ser el jarrón? ¿Una vaca valía lo mismo que un camello?
Para resolver estos primeros problemas los hombres buscaron un producto de referencia: los valores de todas las mercaderías se establecerían en base a ese producto. Esa referencia es el primer paso en la historia de la moneda. Una moneda es, de hecho, un elemento intermedio que sirve para facilitar los intercambios. Si todas las personas establecían el valor de sus productos sobre la base de la misma mercancía, el intercambio era mucho más simple. Los primeros bienes de referencia fueron el trigo o el ganado. Entonces, era posible establecer el precio de los diferentes productos: por ejemplo, obtener una vaca a cambio de una cantidad establecida de cereales. En realidad, seguía siendo trueque, pero indirecto y más cómodo.
Así, los objetos que funcionaban como bienes de intercambio fueron haciéndose más pequeños y fácilmente manipulables: collares hechos con caracoles o caparazones, barbas de ballena, cocos, bolsitas con sal, etc.
Hacia el año 3000 a.C, en la Mesopotamia asiática, asirios y babilónicos comenzaron a utilizar como bienes intermedios para los intercambios barras de oro y plata. También se utilizaban otros metales, como el cobre, el bronce o el hierro. Sin embargo, se preferían los dos primeros (oro y plata) ya que tenían algunas ventajas sobre los otros: en primer lugar su escasez, lo que los hacía valiosos, y en segundo lugar su incorruptibilidad. Esto último se refiere tanto a que es difícil falsificarlos como a que pueden almacenarse mucho tiempo sin echarse a perder (al contrario del hierro que se oxida).
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